Esta es la base del estudio elaborado en el marco del proyecto Locomotion, y firmado por integrantes del Grupo de Energía, Economía y Dinámica de Sistemas de la Universidad de Valladolid (GEEDS-UVa). El objetivo del trabajo es comparar la eficacia de diversas estrategias para descarbonizar el Sector del transporte mundial hasta el año 2050.
La electrificación, la descarbonización, la mejora de la eficiencia, el cambio tecnológico y los patrones de movilidad son los pilares sobre los que debe construirse el transporte del futuro, según el estudio.
Tras probar cuatro escenarios diferentes de descarbonización del transporte (tendencias previstas del vehículo eléctrico (VE), EV High, E-bike, Degrowth), el estudio concluye que sólo un escenario de decrecimiento, es decir, una disminución del consumo y de la movilidad en general, sería factible teniendo en cuenta los recursos materiales disponibles en la actualidad, según se recoge en el texto.
El único compatible
«El escenario de decrecimiento es el único que, al mismo tiempo, alcanza los objetivos de descarbonización exigidos por los objetivos internacionales globales de reducción de gases de efecto invernadero y es ampliamente compatible con las dotaciones materiales actuales. Dicho esto, incluso en este caso, las reservas actuales de cobre, cobalto, manganeso y níquel se agotarían en 2050. Por lo tanto, es necesario seguir investigando para explorar el desarrollo de un escenario de decrecimiento en el transporte mundial, y en otros sectores relevantes de uso intensivo de materiales, que se ajuste plenamente a los recursos materiales disponibles», afirmó Íñigo Capellán-Pérez, investigador del grupo GEEDS-UVa.
Mañana entraremos un poco más en detalle en los pormenores que han permitido llegar a esta conclusión.

