El apoyo normativo es fundamental. Así de rotunda es la afirmación, dado que sin su participación sería imposible superar los problemas de seguridad de la conducción autónoma, crear un ecosistema fiable y seguro e implantar normas mundiales. Hasta ahora, la mayoría de los poderes públicos han defendido firmemente la inclusión de las capacidades ADAS en las normativas existentes, sentando las bases para la conducción autónoma. Esto ha dado lugar a una penetración mucho mayor de las funciones ADAS, tanto en turismos como en vehículos comerciales.
Acuerdo público/privado
Y eso se debe a que la industria automovilística y las autoridades públicas coinciden en el potencial de la conducción autónoma para salvar vidas. En la actualidad, las funciones ADAS básicas SAE L1 y L2 están cada vez más reguladas. Esto incluye el Reglamento de Seguridad General de Vehículos de Europa, junto con el Programa de Evaluación de Automóviles Nuevos (NCAP) de Europa y Norteamérica, un programa voluntario que establece normas para la seguridad de los automóviles. El NCAP es un defensor clave de la integración de sistemas de seguridad activa en los turismos.
En 2020 y 2022, los fabricantes de primeros equipos que buscaban la máxima calificación de seguridad de cinco estrellas del NCAP se enfrentaron a los retos de implementar funciones como el frenado automático de emergencia (AEB) y la dirección automática de emergencia (AES). Como resultado, los fabricantes estadounidenses y europeos de todos los segmentos han desarrollado estas funciones, y más del 90% de los coches fabricados en Europa y Estados Unidos ofrecen las capacidades L1 como base.
Ya existe una normativa suficiente para que las empresas puedan poner a prueba servicios de transporte autónomo en ciudades, principalmente en Estados Unidos, China, Israel y ahora en Europa. Las empresas continuarán sus ciclos de prueba y aprendizaje con los pilotos de shuttle automatizados y pasarán a una fase de operaciones estables en los próximos años. Aún faltan, sin embargo, normas mundiales sobre las funciones AD para su uso en vehículos privados, aunque los legisladores están trabajando en ellas.
A mayor velocidad
La Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas cuenta con una norma sobre sistemas automatizados de mantenimiento de carril que regula la introducción de la función AD L3 para velocidades de hasta 60 km/h. Además, el Foro Mundial para la Armonización de las Reglamentaciones sobre Vehículos (WP.29) de la ONU está trabajando en una normativa adicional para el uso de funciones AD a velocidades más altas. Este grupo planea ampliar el uso de sistemas autónomos avanzados a velocidades de hasta 130 km/h, y la norma entraría en vigor este mismo año 2023. Alemania también ha ofrecido una amplia legislación sobre AD que ha permitido a un OEM europeo lanzar la primera verdadera función L3 en un modelo actual. En Japón existe una legislación similar y recientemente se ha autorizado en Francia. El desarrollo de normas mundiales de AD para vehículos de pasajeros está claramente en marcha».

