Desde hoy mismo, entra en vigor la gratuidad de los billetes en las líneas regulares de titularidad estatal para viajeros recurrentes. A semejanza de lo que ya sucedía en el ferrocarril desde mediados del año pasado, el Sector del autocar se suma a un incentivo gubernamental que, sí o sí, debe incrementar el número de usuarios del transporte colectivo por carretera.
Es probable que los requisitos iniciales sean un tanto farragosos, y que al principio los viajeros tengan alguna dificultad a la hora de obtener sus billetes sin coste. Deben darse de alta, solicitar un abono, depositar una fianza y, después, reservar el billete para cada día y trayecto, que debe tener siempre el mismo origen y destino. Pero nada que no pueda solucionarse con un poco de tiempo.
Para evitar el fraude (en este caso, la experiencia del ferrocarril es un grado), se ha establecido la mencionada fianza. De este modo, no se repetirán episodios de trenes completos (en la web) y medio vacíos en la práctica, al mismo tiempo.
Impulso sin precedente
Esta decisión estatal, sumada a los descuentos mínimos del 50% en los títulos de transporte urbano y suburbano, tiene que verse reflejadas en el volumen de viajeros, sin duda.
Ahora, el Sector tiene por delante un reto esencial. Es de obligación comenzar a pensar desde ya mismo en el siguiente paso, que no es otro que el de encontrar fórmulas para retener a todos esos usuarios que se pasan a la carretera por cuestión de precio. Porque estos descuentos e incentivos tienen fecha de caducidad. La ventaja es que se conoce, y que hay tiempo suficiente para articular soluciones y evitar la fuga de todos estos nuevos viajeros.
Empresarios y operadores no tendrán una mejor oportunidad para incrementar la ocupación de sus vehículos. Aprovéchenla.
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