El seguimiento continuo es esencial para el éxito de una movilidad descarbonizada. La supervisión está diseñada para aumentar la eficiencia del proceso, responder rápidamente a cualquier problema que surja durante la aplicación y garantizar la alta calidad de las medidas.
La supervisión de los procesos de aplicación de las medidas y sus impactos durante la fase del PMUS tiene múltiples ventajas. Los resultados preliminares pueden ayudar a los profesionales a implementar y reajustar el curso de la acción, a fin de alcanzar los objetivos y metas fijados y comunicar los resultados al público y a las partes interesadas.
Esto podría consolidar la aceptación de las medidas y mostrar los efectos positivos que los ciudadanos pueden lograr cambiando su comportamiento.
El proceso correcto
La descarbonización de la movilidad urbana debe medirse mediante el seguimiento de las emisiones de GEI y las reducciones derivadas de las medidas aplicadas, junto con otros indicadores definidos previamente en el proceso y acordados con las instituciones colaboradoras. El seguimiento de las emisiones de GEI debe ajustarse a los métodos de cálculo desarrollados durante el análisis de la situación de la movilidad y con los objetivos e indicadores especificados durante la fase de desarrollo de la estrategia, por lo que debe tener como objetivo recopilar los datos necesarios para dichos cálculos.
Lo ideal sería que los profesionales siguieran un proceso de seguimiento dinámico con múltiples metas intermedias para validar el progreso de la aplicación, en función de los indicadores clave.
En términos más prácticos, los profesionales pueden más fácilmente asignar recursos de distintos departamentos para recopilar datos y supervisar la aplicación de las medidas en los acuerdos de cooperación validados al inicio del proceso PMUS. Alternativamente, los profesionales pueden encontrar datos polivalentes para reducir los recursos necesarios.
Trabajar a nivel de ámbitos urbanos también es beneficioso para el seguimiento, ya que permite a los profesionales asignar determinado personal y recursos de distintos municipios en el proceso de evaluación, mejorando así la calidad de los datos en el proceso.
En definitiva, la medición de la evaluación y el seguimiento se dirigen a beneficiar a los profesionales, ayudándoles a justificar el personal y el presupuesto para la evaluación, que también forma parte del plan de evaluación.

