En el caso concreto de España, el documento recoge que esos precios del combustible se acercaron a la media de la UE, y los del transporte de mercancías, en línea con el resto de la Unión Europea, siguieron la misma línea que los del gasóleo.
Las tarifas de transporte fueron ligeramente diferentes en comparación con los precios en el mercado spot de los principales países proveedores de transporte. Casi hasta finales de junio, los precios de los transportistas españoles se situaron por encima de la media europea, para posteriormente pasar a estar por debajo en la segunda mitad del año e igualar la media europea en diciembre (una media extraída de los datos de Alemania, Francia, España, Italia, Países Bajos, Bélgica y Polonia).
En términos cuantitativos, el precio máximo del gasóleo en España fue de 1.356,93 euros/mil litros, con una variación de precios del 70,4% en el año, que sufrieron sobre todo los pequeños y medianos transportistas, según CargoOn.
Las previsiones
-Las previsiones de la consultora Transport Intelligence apuntan a que el transporte internacional en Europa (el de mayor volumen en nuestro país) solo crecerá un 1,1% en 2023, lo que tendrá una incidencia directa en las tarifas. Los mercados emergentes, por ejemplo, Croacia y Bulgaria; se situarán por encima de la media, mientras que los países de la vieja Europa (entre los que se encuentra España) crecerán más lentamente. Por ejemplo, se prevé un crecimiento negativo en Alemania y para el tráfico nacional en España la previsión es de una tasa aún más débil (0,7%).
-La presión de los transportistas españoles apunta hacia el mantenimiento de las tarifas a los niveles de finales del año pasado, complicado si, como apuntan los expertos, sus costes aumentan entre un 10% y un 12% este año, sin contar las posibles subidas del precio del combustible. Además, con una disminución de la demanda de transporte, será difícil para los transportistas repercutir los nuevos costes a la empresa cargadora.
– El drástico aumento del precio del combustible y la creciente inflación del año pasado provocaron una caída igualmente drástica de los márgenes de los transportistas, especialmente para las pymes, que, a menudo, tuvieron que enfrentarse a precios de competencia desleal. Sin embargo, el Mitma ha aprobado el Plan Nacional de Control del Transporte por Carretera para 2023, que pretende evitar estas prácticas y verificar el trabajo de los transportistas con mayor frecuencia. Sin embargo, esto puede provocar la quiebra de empresas más pequeñas y, en última instancia, reducir aún más la disponibilidad de capacidad de transporte en el mercado.
-Pero también hay señales económicas positivas procedentes de España. El país está gestionando cada vez mejor la inflación: en el verano de 2022 rozaba el 11%, para descender regularmente a partir de agosto y situarse en el 6,8% en noviembre. El último dato aportado por el INE es del 6,1%, posterior a este informe. Como resultado, los costes de transporte y logística a lo largo de la cadena de suministro también pueden disminuir.

