Los ejecutivos y directores generales europeos consultados indican que no tiene por qué volver a ser un año de debilitamiento drástico de los flujos comerciales, a pesar de reconocer que la incertidumbre en los mercados internacionales sigue latente. Estas son las respuestas más comunes de los directores generales y de logística sobre los retos en 2023, extraídas del estudio de CargoOn.
Optimización de costes. Nunca antes había sido tan importante aumentar la eficiencia y buscar el ahorro. Con cada vez más conexiones comerciales y cadenas de suministro más extensas, esto no puede hacerse sin una digitalización agresiva y rápida de toda la cadena de suministro que permita localizar con la suficiente rapidez los momentos en los que se generan costes excesivos.
Alto coste de las materias primas energéticas. Los elevados precios del gasóleo, del gas (incluido el utilizado en el transporte, el GNL), así como de la electricidad y del componente AdBlue están causando grandes quebraderos de cabeza a las empresas, incluidos los transportistas. El problema es que nadie puede predecir cuál será el escenario posterior a los acontecimientos. El embargo definitivo del suministro de materias primas energéticas procedentes de Rusia, que tuvo lugar el pasado 5 de febrero puede provocar, o no, perturbaciones sobre los costes de materias primas.
No solo el petróleo, sino sobre todo el gas, podrían escasear. Según los cálculos del Instituto Jagellónico, el déficit de gas en 2023 será de entre 25.000 y 49.000 millones de metros cúbicos. Ahorrar dinero, así como hacer más eficientes las líneas de transporte de GNL desde España e Italia hacia el interior del continente, puede ser un salvavidas en este caso. Entre los posibles remedios también se incluye el análisis de datos mediante sistemas informáticos para que el uso de gasóleo y de gas en la cadena de suministro sea lo más óptimo posible.
Gestión de la cadena de suministro mediante Big Data
Analizar, procesar y extraer conclusiones de la creciente cantidad de datos digitales es el único camino posible para las empresas. Quien sea más rápido en implantar nuevas soluciones tecnológicas que permitan tomar decisiones empresariales eficientes, irá por delante de la competencia y, lo que es más importante, sobrevivirá en la jungla en la que se ha convertido el mercado. Es importante señalar que no todas las inversiones en tecnología suponen grandes costes. Por ejemplo, el uso de una plataforma adecuada para la cooperación permanente con los transportistas y la realización de órdenes de transporte es una pequeña inversión que puede implantarse rápidamente y que supondrá un ahorro casi inmediato para el cargador.
Inflación y recesión económica. La inflación en la Unión Europea disminuirá lentamente este año, según el Banco Central Europeo, y alcanzará una media del 6,3% frente al 8,4% de 2022. Toda Europa pisará el freno económico; el PIB disminuirá en todos los países, aunque no se da por sentada una recesión en el continente. Según las previsiones de la Comisión Europea, el crecimiento económico podría situarse en torno al 0,3% en 2023, pero ya es del 3,1% en la Zona Euro. Una amenaza para las cadenas de suministro europeas es la respiración agónica de la economía alemana, que podría entrar en una ligera recesión (si se cumple la cifra de crecimiento prevista del -0,6%).
Creciente importancia del transporte intermodal. Con el aumento del coste del gasóleo y del gas y la tendencia hacia la «logística verde», la importancia del transporte intermodal será cada vez mayor. Sobre todo porque, a pesar de la guerra en Ucrania, el transporte ferroviario a lo largo de la llamada Nueva Ruta de la Seda, que conecta las provincias chinas con los países de Europa Occidental, está creciendo.

