Los Planes Nacionales de Energía y Clima que los Estados miembros presentarán en junio serán el primer hito importante. Es de esperar que la Conferencia de hoy proporcione a los Estados miembros elementos para la reflexión, ya que, a lo largo del día, haremos balance de los últimos avances en política energética, intercambiaremos las lecciones aprendidas (especialmente del año pasado) y veremos qué es necesario abordar en el futuro.
Los Estados miembros están elaborando hoy sus planes nacionales en una realidad muy diferente a la de 2019, cuando se presentaron por primera vez los Planes Nacionales de Energía y Clima.
Desde entonces, los Estados miembros, los ciudadanos y las empresas han tenido que hacer frente a los efectos de la pandemia de Covid.
El cambio climático ha seguido teniendo un impacto devastador en la vida y los medios de subsistencia de las personas en la UE y en todo el mundo. Así se demostró de nuevo el año pasado. Una vez más, fuimos testigos de temperaturas récord, sequías e incendios forestales.
La invasión no provocada de Ucrania por Rusia el año pasado inauguró una nueva era de tensión geopolítica. Causó un sufrimiento inconmensurable a demasiadas personas y sacudió la economía mundial.
Y, fundamentalmente, provocó un cambio sin precedentes en el sistema energético europeo.
La apuesta por REPowerEU
REPowerEU nos dio un plan para responder a los retos energéticos y de inflación y acelerar la transición energética limpia de Europa. En solo un año, hemos avanzado enormemente en la consecución de nuestros objetivos energéticos y climáticos, al tiempo que nos hemos desprendido del gas ruso.
Gracias a las medidas de emergencia y a REPowerEU, nuestra Unión ha amortiguado notablemente lo peor de la crisis energética. Diversificamos nuestros suministros de gas, redujimos drásticamente las importaciones rusas y forjamos nuevas asociaciones fiables.
Tomamos medidas coordinadas para reducir la demanda de gas, haciéndola descender más de un 19% entre agosto pasado y enero de este año. Redirigimos los flujos de gas y construimos nuevas infraestructuras energéticas a una velocidad récord.
Apoyamos la adopción de tecnologías innovadoras. También hemos redoblado la apuesta por las energías renovables, generando más electricidad eólica y solar que de gas en 2022.
Unos pasos tan enormes habrían sido impensables hace tan solo unos años. Pero lo hicimos«.

