En el capítulo de resultados, encontramos que «los índices tienen la ventaja de que pueden calcularse anualmente, lo que permite analizar la evolución de la vulnerabilidad del transporte a lo largo del tiempo.
En la figura 1, se muestra el porcentaje de hogares en situación de vulnerabilidad al transporte en España en el periodo 2006-2021. Las tasas de pobreza, excepto el índice del 10%, han seguido una tendencia similar y ligeramente creciente hasta 2011-2014, y dependiendo de la medida, una ligera disminución hasta 2018.
Para el periodo hasta 2014, el aumento de los precios de la energía desde 2006 (que en 2012 ya eran un 49% superiores a los de 2006), sumado a la caída de los ingresos y el aumento de la desigualdad debido a la crisis económica de 2008, están detrás de la tendencia creciente de los hogares vulnerables.
Esta tendencia se ha corregido con la recuperación poscrisis en algunos índices, aunque a partir de 2020 se ha producido una mayor disminución de todas las medidas, debido principalmente a la pandemia de la Covid-19, que no solo propició un descenso abrupto de la movilidad, y por lo tanto del consumo, sino que logró una reducción sin precedentes de los precios de los carburantes. De hecho, el número de hogares que consumían bienes o servicios de transporte se redujo en casi 14 puntos porcentuales (del 69,4% en 2019 al 55,8% en 2020).
Cambios más notables
En cambio, el índice del 10% muestra cambios más notables, tanto para el conjunto de los hogares (figura 1) como para los consumidores de servicios de transporte (figura 2), con subidas y bajadas más abruptas.
El principal factor para explicar la evolución de este índice recae en el precio de los combustibles, ya que su tendencia a lo largo de la serie histórica coincide con la tendencia seguida por los precios de los combustibles.
Los hogares no modifican fácilmente su consumo de transporte, por lo que cuanto más altos son los precios del combustible, mayor es la proporción de ingresos dedicada al combustible y, por lo tanto, el índice del 10%, y viceversa cuando los precios caen.

