Continuando con lo expuesto ayer, el autor estima que «en Europa, además, el régimen regulador de la CE fomenta el desarrollo en las regiones más pobres al permitir que los gobiernos locales ofrezcan ayudas estatales. Según se informa, esto ha ayudado a Amazon a conseguir subvenciones en Polonia para el desarrollo de instalaciones, aunque en este caso la estrategia de distribución de Amazon también se ha visto influida por el deseo de evitar el mercado laboral alemán, más caro, altamente regulado y propenso a las huelgas».
La ubicación de una instalación subvencionada puede no ser la óptima
«Ni que decir tiene que los administradores nacionales y locales creen que las subvenciones desempeñan un papel importante en la localización de la producción y la distribución. Al fin y al cabo, si un país o una región fuera atractivo por una serie de razones económicas, geográficas y de riesgo, no necesitaría ofrecer incentivos financieros a las empresas que desea atraer», mantiene el autor.
Este fue, en esencia, el argumento de Christian Lindmer, ministro de Hacienda alemán, en un artículo para el Financial Times (2022) sobre el impacto de las subvenciones IRA: «No impediremos que las empresas europeas desinviertan y se trasladen a EE.UU compitiendo por las subvenciones, sino creando unas condiciones realmente excelentes para la inversión en Europa«.
Costes variados
Es lógico, por tanto, que «la ubicación de una instalación subvencionada pueda no ser la óptima en términos de abastecimiento de la cadena de suministro, ya que los incentivos financieros tienen que restar importancia o, al menos, equilibrar otros factores en el proceso de toma de decisiones».
Estos otros factores incluirán, entre otros, los costes del suelo, la normativa, los costes laborales, la mano de obra cualificada, la infraestructura de las tecnologías de la información y la comunicación, el suministro energético y los riesgos medioambientales, además de los factores logísticos, como las conexiones por carretera, ferrocarril, mar y aire.

