En el capítulo de resultados, si nos fijamos en la figura adjunta, se aprecia el porcentaje de hogares que se encuentran en situación de vulnerabilidad al transporte, teniendo en cuenta únicamente a los hogares que consumen benes y servicios de transporte.
Como era de esperar, según se recoge en el estudio, «estas tasas son superiores a las calculadas sobre el total de hogares, ya que la pobreza de transporte afecta a los hogares con necesidades de transporte». Del mismo modo, queda plasmado que «salvo en el caso del índice del 10%, los índices continúan aumentando a lo largo de la serie histórica«.
Dos años al alza
Llama la atención el aumento de la pobreza de transporte en los dos últimos años, lo que contrasta con los resultados calculados para todos los hogares. Esto indica que el porcentaje de hogares que consumen bienes y servicios de transporte influye de manera notable en los índices de pobreza del transporte y que, durante la pandemia, dichos índices se redujeron por causas coyunturales (la reducción de la movilidad y el precio de los combustibles), y no por medidas que impulsen mejoras estructurales.
Alcance de la pobreza
En este apartado se analiza, por parte del BC3, la magnitud de la pobreza de transporte en el país. Con la vista puesta en 2019, «ya que las medidas de restricción de la movilidad derivadas de la pandemia hacen de 2020 y 2021 dos años excepcionales dentro de la serie histórica».

En la figura 3 se muestra la distribución de los casi 22.000 hogares españoles del conjunto de datos considerado, según su gasto total y su gasto en transporte para las cuatro medidas descritas para 2019.
En ellas, los índices 10% y 2M tienen un enfoque más amplio y permiten identificar aquellos hogares que son especialmente vulnerables a cambios en los precios de los bienes y servicios de transporte, por lo que las circunstancias socioeconómicas del momento influirán en si incurren o no en situaciones de pobreza de transporte.
Según estas medidas, entre 2,1 millones y 2,6 millones de hogares estarían en situación de vulnerabilidad al transporte, lo que equivale a 5,9 y 7,3 millones de personas, respectivamente.

