Pero hay dos cuestiones que destacan a primera vista. Por un lado, que el presunto cambio de Gobierno, si se llega a producir, se enmarcará en el semestre de Presidencia española de la Unión Europea, lo que a buen seguro se traducirá en un importante grado de inmovilismo legislativo.
En un pozo
Y por otro, desde una perspectiva más doméstica, pero en esa misma línea, encontramos que la Ley de Movilidad Sostenible no se aprobará. Parece mentira que, después de tantos meses de trabajo y de espera, el trámite parlamentario se paralice (a consecuencia de la disolución de la Cámara). El gozo del Sector, por tanto, queda en el pozo, especialmente para Atuc y todos aquellos actores del transporte urbano, que verán como su ansiada Ley de Financiación debe seguir esperando.
¿Es posible que se retome el asunto una vez que se vuela a formar Gobierno? Cabe esa posibilidad, aunque sin plazos definidos. Porque también es probable que, si el hemiciclo cambia de signo mayoritario, la propuesta se renueve, no solo se modifique, lo que supondría el inicio de todo el proceso de nuevo.
Sin duda, más allá del resultado de las urnas, que conoceremos justo antes de las vacaciones, el Sector sale mal parado, porque uno de los hitos que iban a marcar este ejercicio, lamentablemente, ya no se producirá.
Esperemos, por el bien de todos, que la Ley abandone lo antes posible esta vía muerta y se ponga en marcha a la mayor brevedad.

