Un proyecto elaborado sobre un Volare Attack 8 para lograr que opere de forma totalmente autónoma en entornos controlados, pero sin la intervención humana, con hasta 21 pasajeros a bordo.
«El vehículo autónomo es un ejemplo de innovación alineado con una tendencia global», señala André Vidal Armaganijan, CEO de Marcopolo, añadiendo que miramos de cerca el futuro de la movilidad y buscamos actuar con tecnologías de vanguardia, identificando oportunidades de mercado, nuevas áreas de actuación e innovaciones.
Para Rânik Guidolini, CEO de Lume Robotics, el primer minibús autónomo del hemisferio sur permite que Brasil entre en el selecto grupo de países que dominan la tecnología. Estamos hablando de un proyecto capaz de proporcionar mejoras en seguridad y eficiencia operacional a los sistemas de movilidad», afirma.
Tests completados
En diciembre de 2022 comenzaron los tests iniciales, seguidos por una prueba en operación real en la acería de ArcelorMittal en Tubarão, el pasado mes de marzo.
«Los primeros estudios para el desarrollo del minibús autónomo refuerzan el conocimiento y el potencial de innovación de la ingeniería nacional. Además, esto nos inserta en un selecto grupo de países que estudian la viabilidad de la tecnología, como Estados Unidos, Alemania y China», afirma João Paulo Ledur, director de estrategia y transformación digital de Marcopolo.
El Volare Attack 8 cuenta con todo el hardware y el software a bordo, por lo que no necesita conexión a Internet y refuerza la ciberseguridad. Combina los módulos de control eléctrico y neumático para controlar la dirección, los frenos, el acelerador y el cambio con un procesamiento de datos y un conjunto de sensores (cuatro LiDAR, una cámara, una unidad de medición inercial (IMU) y un GPS) que permiten observar el entorno circundante, como la velocidad instantánea, el estado de las marchas, el nivel de combustible o posibles averías.

