La continua urbanización y el desarrollo económico han aumentado la demanda de combustible y soluciones de movilidad, de gases de efecto invernadero (GEI) y la propiedad de vehículos privados, y el empeoramiento de la calidad del aire en las ciudades.
En 2019, las emisiones de GEI de Indonesia ascendieron a 1.845.113 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2). La nación fue el quinto mayor contribuyente a las emisiones mundiales de CO2 ese año.
El Transporte ha sido el sector más intensivo en energía de la economía indonesia desde 2012 y representó alrededor del 9% del total de las emisiones nacionales de GEI en 2019. La contaminación ambiental por ozono y partículas finas (PM2,5) se relacionó con más de 110.000 muertes prematuras en Indonesia en 2019. La mala calidad del aire resta alrededor de 1,2 años de esperanza de vida, lo que pone de manifiesto los graves problemas de contaminación atmosférica.
En 2021, la concentración media anual de PM2,5 monitorizada de Indonesia fue varias veces superior a la directriz de 10 μg/m3 de la Organización Mundial de la Salud.
El transporte es una de las principales fuentes de contaminación del aire ambiente en Indonesia. A nivel nacional, los vehículos diésel de carretera causaron el 34% de las muertes por contaminación por PM2,5 y ozono relacionadas con el transporte en 2015.
Debido a las normas de emisiones de vehículos obsoletos y la mala calidad del combustible, las emisiones del transporte diésel causaron unas 7.100 muertes prematuras en Indonesia en 2015, equivalentes a 4.200 millones de dólares de costes económicos, o el 0,47% de la renta nacional bruta de Indonesia.
El ejemplo de Yakarta
En la capital, Yakarta, los vehículos contribuyen hasta un 41% de las emisiones de PM2,5 durante la estación húmeda y 57% durante la estación seca (85% de todos los vehículos en Yakarta son de propiedad privada, la mayoría de ellos motocicletas).
El Gobierno de Indonesia quiere garantizar que el crecimiento económico, impulsado en gran medida por el Sector del transporte, no perjudique la calidad de vida ni la salud de cientos de millones de indonesios.
El presidente Joko Widodo identificó los vehículos eléctricos (VE) como una tecnología clave para hacer frente a ese reto e instruyó a los ministerios del gobierno para incentivar la fabricación y adopción de VE y componentes. A nivel doméstico, el gobierno de Yakarta se ha comprometido y ha ofrecido incentivos para acelerar la transición a los vehículos de emisiones cero (VEZ) durante esta década para cumplir los objetivos de reducción de GEI.

