El vehículo estaba cubriendo un circuito por Europa y, en el momento del suceso, se encontraba estacionado en el aparcamiento de un hotel del barrio de Pantin, en París. Por desgracia, no fue la única víctima, puesto que los daños afectaron a una veintena de vehículos más.
Apoyo compartido
Desde Asetra se ha mostrado el apoyo a la familia Arribas Siguero, al que nos sumamos desde NEXOBUS, al igual que en la petición a la Administración para que tome cartas en el asunto y defienda estas agresiones, que debería concluir en una legítima indemnización por el tremendo impacto económico ocasionado, como apuntan desde la Organización segoviana.
No es la primera vez, y mucho nos tememos que tampoco será la última, en que disturbios callejeros dejan como consecuencias importantes perjuicios económicos a entidades o empresas que nada tienen que ver con el motivo de la protesta.
Sin entrar a valorar acerca de la legitimidad de la misma, lo que no debe admitir discusión es que, sea como fuere, las movilizaciones no pueden derivar en actos vandálicos. Las formas pueden empañar el fondo de la cuestión.

