Aquel trabajo fue publicado en la revista Nature, recogiendo los pormenores del dispositivo Air-gen, el cual conectaba electrodos a los nanocables proteínicos de tal forma que se genera corriente eléctrica a partir del vapor de agua presente de forma natural en la atmósfera, según el mencionado artículo.
«Estamos produciendo electricidad literalmente de la nada«, declaraba hace tres años uno de sus autores, recalcando que el Air-gen genera energía limpia 24 horas al día, siete días a la semana».
Un paso más
Pero de esto hace, como decíamos, casi tres años. ¿Por qué es noticia en la actualidad? Pues porque aquel trabajo ha seguido evolucionando en el tiempo, perfeccionando el modelo y buscando campos de aplicación, como la pintura mural para suministrar energía al hogar. O podríamos desarrollar generadores autónomos alimentados por aire que suministren electricidad sin conexión a la red», como apuntaban sus responsables.
Ahora, Advanced Materials se hace eco de un nuevo ensayo, en el que se refuerza la idea de que la humedad del aire es una enorme reserva sostenible de energía que, a diferencia de la solar y la eólica, está disponible de forma continua.
Para tratar de evitar aquellas cuestiones que han ido obstaculizando el desarrollo e implantación de este sistema, presenta un efecto genérico para la captación continua de energía a partir de la humedad del aire, que puede aplicarse a una amplia gama de materiales inorgánicos, orgánicos y biológicos. La característica común de estos materiales es que están diseñados con los nanoporos adecuados para permitir que el agua del aire pase a través de ellos y experimente un intercambio dinámico de adsorción-desorción en la interfaz porosa, lo que da lugar a una carga superficial.
Las predicciones del modelo guían la fabricación de dispositivos hechos de uniones heterogéneas de distintos materiales para ampliar aún más la categoría de dispositivos. El trabajo abre una amplia puerta a la exploración de la electricidad sostenible a partir del aire, lo que sin duda, sería toda una revolución. Y no son los únicos que están explorando esta vía de investigación.

