El grado en que los diferentes grupos de usuarios ya están reconocidos, así como sus necesidades en el transporte, varía de forma considerable. A modo de ejemplo, basándose en el análisis de brechas de promoción de la participación de las partes interesadas en este estudio y el inventario de evidencia recopilada, las consideraciones de inclusión en el transporte están relativamente más avanzadas para las PMR, las mujeres y las personas que viven en áreas remotas que para otros grupos de usuarios. Sin embargo, esto también variará entre los diferentes niveles y lugares.
Abordar las necesidades
El primer nivel y el menos ambicioso en el que se abordan las necesidades básicas de los diferentes grupos de usuarios es el «cumplimiento mínimo», avanzando hacia el empoderamiento de los diferentes grupos de usuarios a través del desarrollo de capacidades y oportunidades para que participen en la toma de decisiones, y dirigiéndose hacia un nivel de cambios estructurales.
El alcance y la urgencia con la que se pueden emprender las recomendaciones orientadas a cuestiones políticas dependerán de la ‘posición inicial’ relativa de los grupos de usuarios que se consideren en cada caso y del nivel de ambición y capacidad de las diferentes partes interesadas que impulsan el cambio (en particular, las autoridades y operadores).
En general, a pesar del creciente reconocimiento de que la equidad y la inclusión son importantes en el contexto del transporte, se deben tomar medidas para garantizar que la dimensión social del transporte desde la perspectiva de los usuarios forme una dimensión integral del diseño, la implementación, el seguimiento y la evaluación de las políticas.
Todo ello se debe acompañar por programas en todas las esferas políticas, económicas y sociales para que los diferentes grupos de usuarios se beneficien por igual y no se perpetúe la desigualdad.

