Esto quiere decir que, a pesar de que los precios no dejan de subir, su tendencia todo el semestre ha tendido a la desaceleración, situándose por debajo del 2%, algo que parecía impensable durante el otoño pasado, cuando se rozaban los dos dígitos.
Esta evolución es debida, principalmente, a que el Transporte vivió un mes positivo, casi cuatro puntos por debajo del anterior, lo que se deriva de que los precios de carburantes y lubricantes para vehículos personales son menores que los de junio del año pasado.
También ayudaron a este dato favorable los Alimentos y bebidas no alcohólicas, que presentan una tasa del 10,3%, pero que bajan más de un punto y medio respecto al mes anterior, y la Vivienda, que disminuye su variación más de dos puntos, hasta el 12,7%.
El Transporte, colabora
La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuye dos décimas, hasta el 5,9%, situando su diferencia con el IPC general en cuatro puntos.
En el mes de junio, la tasa de variación mensual del IPC fue del -0,6%, mismo dato que presenta el Transporte, que presenta una variación del 0,6%, debido a la subida de los carburantes y lubricantes para vehículos personales y, en menor medida, a los automóviles. La repercusión de este grupo en el índice general es 0,087.
En cualquier caso, el transporte urbano de viajeros por carretera ha descendido un 25,3% en lo que va de año, mientras que el interurbano se queda en un -6,6%.
En el mes de junio la tasa de variación anual del IPCA se sitúa en el 1,6%, casi un punto y medio por debajo de la registrada el mes anterior. La variación mensual del IPCA es del 0,6%.

