A modo de conclusiones de su estudio, afirma el organismo que la Visión Cero en materia de siniestralidad vial no se alcanzará sin tomar medidas para mejorar la seguridad de los vehículos pesados, que están muy sobrerrepresentados en las colisiones mortales.
Sin embargo, su papel esencial en las economías modernas puede dificultar tanto el desarrollo de soluciones de seguridad que funcionen sin obstaculizar la productividad operativa como influir en los compradores de vehículos, donde los costes de mantenimiento y el tiempo de inactividad de los vehículos pueden ser preocupaciones importantes y superar con creces los costes de seguridad.
Involucrar a todas las partes
La aplicación de una doble clasificación para las operaciones en ciudad y carretera ayudará a involucrar a las partes que pueden incentivar un buen rendimiento y permitirá optimizar la seguridad y el coste de algunas operaciones, superando así las barreras comerciales. En el mercado existen una serie de características de seguridad que aún no son uniformes ni de serie, pero que tienen un potencial significativo para reducir el número de víctimas mortales si se implantan en 2024.
Entre ellas se incluyen el AEB para peatones, maniobras a baja velocidad y colisiones fronto-traseras, así como sistemas de apoyo de carril. Otras medidas adicionales, como el control del estado de los ocupantes, el AEB para maniobras de marcha atrás y medidas de seguridad pasiva como la compatibilidad de colisiones frontales y laterales tanto con turismos como con usuarios vulnerables de la vía pública, y la protección de los ocupantes de camiones, tienen un gran potencial. Estas medidas se investigarán con vistas a su aplicación en 2027 y 2030.
Con todo ello, afirma Euro NCAP que las carreteras europeas serán más seguras y todos podremos avanzar hacia la Visión Cero.

