El coste total de las externalidades de la actividad de transporte en el conjunto de la UE asciende a 412.000 millones de euros anuales, valor que correspondería a 937 euros per cápita. La actividad de transporte de pasajeros en automóvil es, con mucho, la que más contribuye, responsable del 88% de los costes externos totales.
La mitad del coste externo total del transporte de pasajeros puede atribuirse a los accidentes, pero cada una de las otras seis principales externalidades tiene una parte considerable, es decir, entre el 5% y el 13% del total.
La importancia de los factores que influyen en la elección de un modo de movilidad activa se exploró mediante la aplicación de un modelo de clasificación basado de nuevo en el método gradient boosting (BGML). El modelo de clasificación utiliza como entrada la Encuesta de viajes de la UE. Se utilizaron las 34 variables (preguntas) de la encuesta como características (variables independientes) y se construyeron más de 200 variables adicionales siguiendo las prácticas estándar de ingeniería de características. La configuración del modelo siguió la práctica habitual de dividir aleatoriamente el conjunto de datos en conjuntos de entrenamiento, prueba y validación (40%, 40% y 20% respectivamente). El modelo se ajustó al conjunto de entrenamiento y su precisión se evaluó utilizando el conjunto de prueba.
Elección de movilidad
En la figura 23, los números del eje y representan la importancia relativa de los distintos factores a la hora de explicar la elección de movilidad activa (es decir, el valor más alto es 2,613 para la «distancia», lo que significa que la «distancia» es el principal factor que influye en la elección). Los colores muestran la distribución de la «importancia de las características». De nuevo, en el caso de la «distancia», el color más oscuro de la izquierda significa que, en la mayoría de los casos, una distancia mayor significa no elegir una movilidad activa. Por el contrario, las distancias cortas (color claro) conllevan una mayor probabilidad de que un encuestado prefiera opciones de movilidad activa.
Es evidente que el principal factor determinante es la distancia del viaje. Cuanto mayor es la distancia del viaje, menor es la probabilidad de que un usuario elija un modo activo. En la práctica, esto significa que existe un límite físico por encima del cual la movilidad activa no es una opción a tener en cuenta. Esto también se refleja en las estadísticas de frecuencia en lo que respecta a la cuota modal por distancia de viaje, que muestra un uso creciente del coche a medida que aumenta la distancia del viaje.
El segundo factor importante es el país del encuestado. Los Países Bajos son un caso claro de impacto positivo, mientras que Dinamarca y, posiblemente, Bélgica también pueden considerarse países en los que la cultura y las infraestructuras favorecen la movilidad activa.
La propiedad de vehículos, calculada en el modelo como la proporción de vehículos en propiedad por número de miembros del hogar, tiene un claro impacto: los usuarios de hogares con más vehículos son menos propensos a ir a pie o en bicicleta. La edad no tiene un impacto lineal o monótono, siendo los usuarios de más edad más o menos propensos a la movilidad activa que la media, dependiendo de otros factores.

