Continuando con el capítulo relacionado con el medio ambiente, el Eurobarómetro especial 527 Fairness perceptions of the green transition (la percepción de la equidad en la transición ecológica), basado en una encuesta realizada entre mayo y junio de 2022 en torno a percepciones de la transición energética, revelaba un apoyo tanto de los españoles como de los europeos muy significativo a inversiones en movilidad sostenible. Los últimos datos publicados por la OCU, señalan que en España a cierre de 2022 circulaban más de 25 millones de vehículos, de los cuales el 28,1% no tenía pegatina medioambiental y el 31,2% tenían etiqueta B. Vehículos antiguos que no dejan de crecer en el parque actual, ya que por cada vehículo nuevo que fue matriculado, se vendieron 2,3 de segunda mano, que elevan la antigüedad media al 13,9% en 2022. Una cifra preocupante, igual que la correspondiente a vehículos comerciales y camiones que ya alcanzan los 14 y 14,7 años, respectivamente.
Vehículos antiguos que son los máximos responsables de las emisiones de NOx y de partículas en la actualidad (más del 90% del total de dichas emisiones) y que, al mismo tiempo, incrementan la inseguridad en las carreteras. Es por ello que el vehículo con carga eléctrica (ECV) se posiciona frente al resto por su cero emisión en el tubo de escape para BEV y FCEV o mínima para PHEV.
Por otro lado, del estudio sobre el uso de la infraestructura de recarga pública que incluye los datos de Cataluña 2020-2021 o el de la infraestructura de la provincia de Tarragona entre otros, realizados por ETECNIC, se extrajeron los siguientes datos: el vehículo eléctrico puro (BEV) es el más eficiente de las tecnologías disponibles (hasta cuatro veces más eficiente que el de gasolina), seguido de los híbridos enchufables (PHEV), y posteriormente los híbridos y los vehículos de gas.
El vehículo con menos emisiones es el eléctrico puro (BEV), con menos de la mitad de las emisiones que un vehículo de gasolina, siendo el segundo menos contaminante el híbrido enchufable, seguido de los vehículos de gas.
Eficiencia energética
Por último, en lo que se refiere a eficiencia energética, los BEV siguen posicionándose sobre un vehículo de hidrógeno (FCEV), donde el 40% de la energía se pierde en el proceso de producción del hidrógeno, licuación y transporte y transformación del hidrógeno en electricidad dentro del vehículo. De ahí que (de media) un vehículo que usa esta tecnología tenga una eficiencia energética del 30%-40%, es decir, un vehículo FCEV consume en términos de eficiencia energética entre dos y tres veces más energía que un eléctrico puro (BEV), cuya eficiencia energética se encuentra en torno al 70%-90%, en comparación con el 40% y 50% para los híbridos enchufables (PHEV).
Aunque parezca baja su eficiencia, no debemos de perder el foco de que un vehículo de hidrógeno sigue siendo más eficiente energéticamente que los vehículos diésel y gasolina. Así pues, desde el punto de vista medioambiental, siguiendo como criterio las emisiones de CO2 equivalentes y tras el análisis en lo que al impacto del ciclo de vida, incluyendo la producción del combustible/vector energético y de la producción de los vehículos incluidas las baterías, los vehículos eléctricos deben ser prioritarios, seguidos de los híbridos enchufables.
Por otro lado, la movilidad eléctrica se posiciona como una herramienta clave para paliar la crisis energética, ayudando a una mayor diversificación energética (hoy dependiente en más del 90% de productos derivados del petróleo) y a una gestión energética más eficiente, minimizando el imparable incremento en precios que está repercutiendo en un aumento de la inflación. Apostar por las fuentes de energía renovable y la combinación de autoconsumo y movilidad eléctrica, surge como oportunidad para minimizar tanto impactos económicos como ambientales que nos permita acabar con la dependencia de los combustibles fósiles e invertir en alternativas limpias, accesibles, asequibles y sostenibles.

