Las emisiones de evaporación se producen cuando el vapor generado en el sistema de combustible de los vehículos de gasolina se ventila a la atmósfera, ya sea directamente o como permeabilización a través de depósitos y mangueras. Las emisiones de repostaje, otra fuente de emisiones de evaporación, son el resultado del desplazamiento de los vapores de combustible durante el llenado del depósito y de pequeños goteos de combustible. Estos hidrocarburos volátiles contribuyen al ozono y a las PM2,5, ya que se convierten fácilmente en aerosoles orgánicos secundarios.
La principal tecnología utilizada para controlar las emisiones de evaporación de los vehículos de motor es el depósito de carbono. Dos parámetros principales influyen en la eficacia de los de carbono: el volumen y la velocidad de purga. En general, el tamaño del depósito y las estrategias de purga se diseñan para cumplir los requisitos de las pruebas de certificación. Por lo tanto, los procedimientos de ensayo más exigentes y los límites de emisiones más estrictos obligan a mejorar el diseño de los sistemas de control de emisiones evaporativas.

La tabla adjunta muestra una comparación de las normas de emisiones de evaporación según Euro 6, U.S. EPA Tier 3, China 6b, y los límites propuestos de Euro 7 que son aplicables a los vehículos ligeros.
Un poco de detalle
Las normas sobre emisiones de evaporación de Estados Unidos son las más completas y estrictas de las cuatro normas analizadas. Las normas estadounidenses incluyen pruebas y límites para tener en cuenta las emisiones diurnas y de repostaje, además de las pérdidas de funcionamiento, las emisiones diurnas a alta temperatura, el sangrado del bidón y las fugas, entre otros.
La norma China 6 tiene un límite de emisiones de evaporación de 0,7 g/prueba durante la prueba de emisiones diurnas de dos días, incluida la inmersión en caliente, y exige una temperatura de acondicionamiento de 38°C (± 2) antes de la prueba, más alta que en Estados Unidos y la UE. Además, China 6 también establece un límite de emisiones en el repostaje de 0,05 g/L. Esta disposición obligó a introducir sistemas de recuperación de vapores en el repostaje (ORVR) a bordo.
La adopción de límites más estrictos para las emisiones de evaporación y repostaje en Euro 7 puede impulsar la adopción de bidones más grandes de bajo coste y la mejora de las estrategias de purga. La norma sobre emisiones durante el repostaje reviste especial importancia. Capturar las emisiones durante el repostaje mediante el depósito del vehículo es más eficaz que los controles actuales de la fase II, que implican la recuperación de vapores en el surtidor de combustible, y puede evitar las emisiones en caso de mal funcionamiento del sistema de la fase II».
Conclusión
Como conclusión final del trabajo, el ICCT señala que «aunque la propuesta Euro 7 de la Comisión Europea no endurece los límites de emisiones nominales para igualarlos a los de Estados Unidos y China, incluye importantes disposiciones que conducirían a una modesta reducción de las emisiones. Sin embargo, para que Euro 7 impulse con éxito las tecnologías rentables disponibles en el mercado, es aconsejable considerar límites de emisión de NOx a los niveles presentes en otras jurisdicciones, y preservar todos los elementos incluidos en la propuesta Euro 7.

