Valladolid, Valencia, Logroño, Gijón, Vitoria y Fuenlabrada son las urbes que decidieron desarrollar una plataforma Mobility as a Service (MaaS) común, que haga posible captar, procesar y explotar los datos extraídos de la movilidad, para que posteriormente puedan ser utilizados para mejorar las respectivas operaciones, teniendo en cuenta las distintas necesidades de sus localizaciones y dimensiones.
El proyecto, financiado por el Mitma en el marco de su Programa de ayudas a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano, fue analizado, en primer lugar, por Alicia Valle, directora del proyecto en Auvasa (Valladolid), quien recordó que fue Helsinki, en 2016, la primera ciudad que puso en marcha una plataforma MaaS. Es obvio que son muchas las aplicaciones que debe manejar cualquier usuario para moverse por una ciudad en transporte público si quiere acceder a toda la oferta, y eso supone un esfuerzo que puede desincentivar su utilización. Por eso, la idea es integrar todo en un mismo registro, para que el usuario pueda gestionar sus desplazamientos con la mejor tarifa posible en cada momento.
A juicio de Valle, para que la iniciativa tenga éxito es necesaria la colaboración público/privada, a fin de conseguir que la oferta sea atractiva y que el usuario la acepte, dejando abierta la puerta a que se sumen otras ciudades a la plataforma.
Una oportunidad
A continuación, Elena Atance, portavoz del Mitma en el encuentro, explicó que estamos ante una gran oportunidad, la que nos ofrecen los fondos NextGen, para avanzar en cuestiones relacionadas con la movilidad. Tras repasar las distintas partidas que el Ministerio destina a estas cuestiones, entre las que destacan los 1.500 millones de euros para la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones y la transformación digital de las ciudades, Atance apuntó la necesidad de disponer de elementos de gestión de datos, como se recogía en la Ley de Movilidad, fundamentales para el desarrollo de la movilidad del futuro.

Empezando por la derecha, los portavoces de Fuenlabrada, Valencia, Gijón, el Mitma y Valladolid.
Juan José Piniella, director de Emtusa (Gijón), puso en valor la exigencia que requiere participar en la plataforma, porque debe satisfacer las distintas demandas que van apareciendo en cada ciudad. Eso requiere que todos los operadores estemos a la altura y seamos capaces de ofrecer una red de transporte que haga posible que los ciudadanos dejen su coche en casa, lo que a su vez se traduciría en una reducción de emisiones y de ruido, y la recuperación de espacios públicos.
El ciudadano quiere tener toda la información accesible y de forma sencilla, para lo que es necesario que todo el proceso sea fiable. La cantidad de datos es enorme, y debemos adaptarlos para mejorar el servicio que proponemos en cada una de las ciudades, concluyó Piniella.
Proyecto pionero
A continuación, Manuel López Fuentes, director de Marketing de EMT Valencia, confirmó que nos enfrentamos a muchos retos, a territorios sin explorar. Estamos creando un ecosistema pionero, con seis ciudades que se responsabilizan de una parte del trabajo y luego tienen que coordinarse. Por eso, considero esencial la colaboración desde el mismo inicio del desarrollo, para que luego pueda integrarse y sea útil para operadores tanto públicos como privados.
Hizo hincapié en que todo este proceso se lleva a cabo sin estándares, con el objetivo de mejorar la experiencia de los usuarios, y puso el acento en la financiación, que asciende a 25 millones de euros, añadiendo que cuando esté en marcha, otras ciudades podrán integrarse con una inversión muy pequeña, gracias a los fondos europeos.
Y, finalmente, Francisco Arroyo, gerente de la EMT de Fuenlabrada (Madrid), aportó la visión de una ciudad con características de movilidad diferentes, dada su cercanía con la capital. Acabamos de cumplir 40 años y este es un reto muy importante para aprovechar nuestros limitados recursos. La tecnología debe ser una ayuda para afrontar el cambio hacia un servicio de más calidad y utilidad, porque el transporte público es una herramienta, un servicio público, que tenemos que convertir en más cómodo que otros. Por todo ello, considera esta plataforma fundamental, sobre todo para ciudades pequeñas.
También añadió que las Administraciones públicas no son demasiado ágiles a la hora de tomar decisiones, pero esta plataforma aporta los datos necesarios para que puedan ser más flexibles, motivo por el que instó a que se dote de la financiación que merece.

