El impacto de un CCF (factor de corrección del carbono) se reduce con porcentajes más elevados de vehículos de emisiones cero, ya que sólo se aplica a los vehículos de combustibles fósiles y, por tanto, una mayor proporción de vehículos de emisiones cero se traduce en un menor número de vehículos afectados por el CCF.
En el caso de los autobuses y autocares, la reducción es menos pronunciada, ya que los autobuses urbanos e interurbanos, que representan aproximadamente dos tercios de la venta de autobuses y autocares, se proponen para ser regulados por un objetivo de cuota de cero emisiones (100% para 2030) en lugar de un objetivo de CO2. Esto significa que el CCF no afectaría a estos vehículos.
Ambos lados de la figura 3 también incluyen los vehículos no regulados, para los que suponemos una cuota baja pero creciente de vehículos de emisiones cero a pesar de la falta de normas de CO2. Esto es más evidente en el caso de los autobuses, donde la proporción de autobuses urbanos de emisiones cero ha aumentado rápidamente en los últimos años a pesar de la falta de normas de CO2.
El CCF influiría en los autocares, con un descenso evidente de las cuotas de vehículos de emisiones cero a partir de 2030.
Reducción de la cuota
La reducción de las cuotas de vehículos de emisiones cero en caso de que se incluya un CCF en las normas para vehículos Pesados podría suponer una pérdida de 200 millones de toneladas de emisiones de CO2 del tubo de escape entre 2020 y 2050 en comparación con el ahorro previsto en la propuesta de la Comisión (Figura 4). Esto representa el 15% del ahorro total que estimamos en la propuesta actual.

La pérdida de ahorro de CO2 equivale a reducir los objetivos propuestos por la Comisión para 2030, 2035 y 2040 en ocho puntos porcentuales cada uno. La propuesta de la Comisión Europea de reducir las emisiones de CO2 en un 90% en 2050 con respecto a los niveles de 1990. 2050 con respecto a los niveles de 1990, alcanzando sólo una reducción del 69% en 2050 con respecto a 1990. La introducción de un CCF reduce este valor al 64%.
El objetivo de 35 bcm para 2030 es sólo una propuesta en el Reglamento del gas, ya que el diálogo tripartito para este reglamento está en curso. Si no hubiera un objetivo de biometano, el ahorro perdido de emisiones de CO2 cambiaría sólo ligeramente a 196 millones de toneladas. El CCF del biometano apenas influye, ya que los vehículos de gas natural representan una pequeña parte de las ventas anuales: en 2022, sólo el 4% de las ventas anuales de vehículos pesados regulados se realizaron con gas natural.

