Este objetivo se encuentra en lo más alto de las agendas de todos los Ayuntamientos, pero a veces no nos damos cuenta de que no son palabras vacías de contenido, sino todo lo contrario.
Un reciente informe publicado por la Coordinadora en Defensa de la Bicicleta ConBici, recoge los resultados de su proyecto de ciencia ciudadana, Cycling with Clean Air. Hablamos del segmento de la bici, que va tomando cada día más presencia en todas las ciudades, pero la conclusión es preocupante, porque afirma que la calidad del aire en 16 ciudades españolas no cumple con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Rigor en la investigación
No es un dato menor, porque además se extrae después de dos años de trabajo, en el que se monitorizó a un grupo de voluntarios equipados con medidores portátiles, que estuvieron sobre sus bicis cerca de 4.000 horas recopilando datos en tiempo real sobre la calidad del aire.
Cuantificando los datos a grandes rasgos, se recogieron un total de 9.484.951 medidas de partículas PM2.5, con un promedio general de 9,2 µg/m³, niveles que superan las recomendaciones de la OMS para la calidad del aire.
Lo cierto es que hay que preocuparse, pasar de las palabras a las acciones, fomentar un transporte limpio en el centro de las ciudades (sea a pie, en bici o en transporte colectivo) y hacer todo lo posible por eliminar la circulación de los vehículos más contaminantes, sin que se vean afectados los servicios básicos.
No es tarea fácil (ni barata, por supuesto), pero no parece que tengamos más remedio.

