Cuando todos nos hayamos ido, vuestros hijos y los hijos de nuestros hijos y sus hijos estarán ahí para ocuparse de todo lo que les hemos dejado, lo bueno y lo malo.
Con ellos en mente y con eso en mente, hace que este sea un día de gratitud. Un día de solemne satisfacción y quizá también de silenciosa determinación. Y un día para saludar el que la humanidad haya hecho por fin lo que hace mucho, mucho, mucho tiempo que debía haber hecho.
Tres décadas, pero nunca es tarde
30 años hemos pasado para llegar al principio del fin de los combustibles fósiles. Y para salvar nuestra ambición en materia de adaptación, financiación y mitigación. Para concretar y actuar sobre 1,5ºC como los científicos nos han instado a hacer durante tanto tiempo.
A todos nuestros amigos de todo el mundo que seguirán necesitando nuestra ayuda, las islas en particular, quiero que sepan que estaremos con ustedes, unidos, durante esta transición, el tiempo que sea necesario.
Porque la prosperidad, dentro de los límites planetarios, está ahí para todos nosotros.

