Ofrecen una autonomía de 200 kilómetros
Los autobuses serán puestos en operación en la línea 4 de la ciudad, que en sus 35 kilómetros de longitud transporta a aproximadamente 120.000 viajeros cada día. Los 55 autobuses reducirán las emisiones de dióxido de carbono en 5.845 toneladas al año en comparación con los vehículos de combustible tradicionales, contribuyendo a la mejora de la calidad del aire de la ciudad e impulsando la transición hacia una movilidad más sostenible.
Los vehículos tienen una longitud de 15 metros, con piso bajo para facilitar el abordaje y descenso de los pasajero y una capacidad máxima de 130 personas. Con su capacidad de batería de 300kWh alcanzan una autonomía de hasta 200 kilómetros, y su sistema de carga permite que dichas baterías vuelvan a estar llenas en tan solo tres horas.
Asimismo, este modelo proporciona instalaciones y equipos sin barreras, especialmente para personas con discapacidas, y reduce la altura de suspensión para ofrecer una experiencia de viaje cómoda y conveniente para pasajeros con necesidades especiales. Es más, para garantizar la seguridad pública los autobuses están equipados con sistemas de comunicación conectados al centro de control.



