Hasta este mismo año, los autobuses lideraron la tendencia durante muchos años debido al mayor porcentaje de vehículos que se electrificaban, sobre todo en China (el 70% de los autobuses matriculados en China en 2023 serán de cero emisiones).
Pero la tendencia ha cambiado porque se venden muchos más camiones que autobuses, de modo que con sólo un pequeño porcentaje de camiones medianos y pesados electrificados (el 2,6% a nivel mundial en 2023) sigue suponiendo unos ingresos significativos por componentes.
La mayor parte de los ingresos se prevén en el segmento de camiones pesados, sobre todo a largo plazo. Estos grandes camiones son difíciles de electrificar y existen problemas de infraestructura, sobre todo cuando se utilizan para distancias más largas. Sin embargo, el importante ahorro de electricidad por kilómetro hace que muchos modelos sean candidatos atractivos para la electrificación. Además, el gran tamaño del vehículo significa que los ingresos por vehículo son elevados para los fabricantes de componentes.
La incidencia de las baterías
El paquete de baterías domina la cuota de ingresos y su cuota supera el 70% del total. Sin embargo, los inversores, los cargadores de a bordo y las PDU tienen menos competencia y un mayor margen de beneficios, por lo que también aportan ingresos significativos.
Los vehículos más pesados, aunque más difíciles de electrificar, atesoran mayor potencial
El aumento de los ingresos por grupos de propulsión de camiones medianos y pesados marca un cambio importante en el mercado de los vehículos eléctricos, teniendo en cuenta que hasta hace poco, la mayor parte de la actividad se centraba en turismos (incluidos los SUV), autobuses y camiones más pequeños (incluidas pick ups y furgonetas). En los próximos años, los camiones eléctricos más grandes se convertirán en una oportunidad mucho mayor, así como en un mayor contribuyente a los esfuerzos de descarbonización, explica Fox. No podemo obviar que el kilometraje anual de los camiones, especialmente de los más grandes, tiende a ser mucho mayor, lo que se suma al ahorro de CO2 cuando se sustituye un vehículo de combustible fósil por un vehículo eléctrico.
Por dar un ejemplo concreto, si Tesla es capaz de acercarse al bajo precio que ofrecía inicialmente para el Semi, utilizando sus conocimientos tecnológicos y métodos de producción, entonces lo hará bien. Sin embargo, algunas fuentes consultadas por Interact Analysis creen que ciertos clientes preferirán un fabricante de camiones ya existente, ya que la mayoría de los fabricantes de camiones ya tienen un vehículo eléctrico en el mercado, o tienen planes para introducir uno.

