La consultora llega a esta conclusión, entre otras razones, basándose en la ligera contracción del sector productivo, que desempeña un importante papel para la economía general de la región, y tal contracción significa que la región tardará un año en volver a la situación anterior a la pandemia, dado que no se esperan señales de mejora en este sentido.
Otro factor de gran influencia es la decisión del Banco Central Europeo de subir los tipos de interés al 4,5% por décima vez consecutiva (el informe data de hace algunas semanas) para combatir la presión inflacionista. Esos elevados tipos de interés harán que la gente gaste menos en productos de consumo diario, lo que a su vez repercutirá negativamente en el mercado europeo del transporte de mercancías por carretera.
A favor
En el lado contrario de la balanza, Ti encuentra factores como el aumento de la renta real y del poder adquisitivo de las personas, que podrían fomentar el crecimiento del consumo privado y contribuir así al aumento de las actividades de transporte de mercancías por carretera en 2024.
En cuanto a las perspectivas para 2024, el transporte europeo de mercancías por carretera crecerá a un ritmo lento debido a muchos factores, como el lento crecimiento del PIB en la región y el escaso crecimiento del comercio.
Problemas de conductores
Las nuevas previsiones de IRU muestran que la escasez de conductores en Europa volverá a empeorar, con un 11% de vacantes sin cubrir en 2024. Y el paulatino incremento de los peajes, corriente que comenzó en Alemania el pasado mes de diciembre y que se irá extendiendo por el resto de Europa, puedan llegar a hacer insostenibles los actuales modelos de explotación para muchos operadores, por lo que se espera que éstos intenten repercutir el coste a los transportistas, aumentando las tarifas del transporte de mercancías dentro de los países afectados y en tránsito por ellos.
Según la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), Alemania será el país más afectado por la ralentización de la economía mundial debido a la subida de los tipos de interés y al debilitamiento del comercio mundial. En sus pesimistas previsiones para la economía mundial, la organización afirma que la mayor economía europea será probablemente el único país del G20, aparte de Argentina, que se contraiga este año en el marco de una desaceleración internacional más amplia.
Además, la mencionada subida de los peajes acarreará una mayor presión sobre los costes por el aumento de los salarios debido a la escasez de conductores. La previsión de escasez de conductores dependerá en gran medida de la actividad económica, con un leve repunte del crecimiento que aún se prevé para el próximo año, a medida que la inflación siga remitiendo, el mercado laboral se mantenga sólido y los ingresos reales se recuperen gradualmente.
Con todo ello, la conclusión es que las perspectivas para las tarifas europeas son de menor volatilidad, ya que la demanda europea se estanca en niveles inferiores a los de años anteriores. A corto plazo, es probable que el aumento de los costes y, en especial, el incremento de los precios de los peajes en Europa Central hagan subir los tipos, antes de que la demanda empiece a recuperarse en el segundo semestre de 2024.

