El problema estriba en que una gran proporción de las partes interesadas contactadas no se han puesto en contacto, a pesar de las repetidas aproximaciones. Esto se observa en todos los tipos de partes interesadas, incluidos los Ministerios de los Estados miembros, con los que se contactó para facilitar el compromiso con una serie de ministerios adicionales relacionados con la dimensión social del transporte», lo que complica la fiabilidad de las conclusiones extraídas de la consulta.

Steer se puso en contacto con otras Direcciones Generales de la Comisión Europea, como la Unidad de Igualdad de Género (DG JUST) y la Unidad de Discapacidad e Inclusión (DG EMPL). «En total, contactó con 180 organizaciones que representan a los usuarios a nivel de la UE y de los Estados miembros, a grupos específicos de usuarios o son representantes generales de los consumidores/pasajeros».
En todas las formas de participación, como respuestas escritas al cuestionario, entrevistas y participación en talleres, «se recibieron contribuciones de 34 representantes de usuarios del transporte. Éstas varían en detalle: los usuarios se han centrado predominantemente en los retos existentes y el nivel de compromiso con las autoridades/operadores, con poca información proporcionada sobre las oportunidades/retos futuros».
Por otro lado, «un total de 52 expertos sociales de los subgrupos de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN), la Red Europea de Política Social (ESPN), la Red Europea de Vida Independiente (ENIL) y la Red Social Europea (ESN). Este grupo de partes interesadas tuvo una de las mayores proporciones de partes interesadas que se negaron a participar (10 de 52), y la mayoría de este grupo citó la falta de experiencia en el ámbito del transporte. En estos casos se ha intentado obtener una aportación sobre los temas del cuestionario relacionados con la experiencia de la parte interesada».
Y de los 42 ministerios o autoridades nacionales de transporte de los Estados miembros consultados, «una leve mayoría (22) participó».
Escasa participación
63 autoridades locales de transporte, así como con representantes o redes europeas de autoridades locales y regionales, como POLIS. 11 de estas autoridades locales de transporte han participado de alguna forma a lo largo del proceso de compromiso, con ocho entrevistas completadas. En general, la calidad de las respuestas recibidas ha sido alta, habiéndose respondido a la mayoría de las preguntas; en los casos en que se detectaron lagunas, éstas se debatieron en la entrevista y/o también se recibieron comentarios aclaratorios por escrito.
146 operadores y representantes de operadores de los siguientes modos de transporte: aéreo, autobús y autocar, automóvil, micromovilidad, ferrocarril, taxi y marítimo y fluvial. De ellos, se han recibido 12 cuestionarios cumplimentados junto con documentos de apoyo y comentarios de operadores que no pudieron responder al cuestionario (Lufthansa y Micro-mobility for Europe). La calidad de las respuestas recibidas varía, ya que algunos operadores aportan información mínima sobre los retos actuales y las políticas disponibles para los diferentes grupos de usuarios considerados en este estudio.
Se han realizado entrevistas con ocho operadores y representantes de operadores. De forma similar a las respuestas al cuestionario, las entrevistas han proporcionado distintos niveles de detalle. Por ejemplo, el tema de los retos para las personas con discapacidad y con movilidad reducida se abordó más fácilmente que otros, como consecuencia de las obligaciones en materia de derechos de los pasajeros que deben cumplir los operadores.
En el marco de la consulta se contactó con otras cinco partes interesadas, tres de las cuales participaron en el estudio, entre ellas la Federación Europea de Trabajadores del Transporte (ETF).

