Entre las conclusiones del resumen ejecutivo encontramos que la elección del modo de transporte de mercancías no suele responder a las medidas de precios. Las excepciones son el transporte por carretera y los modos de accesos a los puertos en los viajes multimodales, por lo que una política de precios coherente puede garantizar que se elija el modo más sostenible entre las alternativas viables.
La posible incidencia sobre los precios de las emisiones de carbono puede fomentar el desplazamiento de las flotas más intensivas en carbono y hacer que los combustibles bajos en carbono sean más competitivos en términos de costes.
La necesaria inversión
En cualquier caso, y sea cual sea la vía elegida, los sistemas de transporte requerirán importantes inversiones en las próximas décadas. Las necesidades de inversión en infraestructuras básicas para satisfacer la demanda prevista se estiman en un 1,7% del PIB mundial anual hasta 2050 en el escenario de Ambición Actual, y ligeramente menos (1,6%) en el escenario de Alta Ambición.
Pero, para concluir, se recuerda que el despliegue de redes de recarga de vehículos eléctricos, esencial para su adopción, requerirá una inversión adicional significativa.

