Pero el pasado jueves, el Tribunal de Justicia de la UE dictó su esperada sentencia sobre la participación de Scania, corroborando tanto este hecho como la multa que en su día fue fijada para el fabricante sueco, que casi ronda los 900 millones de euros.
El propio Tribunal desestima, por tanto, el recurso interpuesto por Scania tras la decisión de la Comisión Europea que involucraba a Scania AB, Scania CV AB y Scania Deutschland GmbH en las infracciones sancionadas entre 1997 y 2011, que todos recordamos y que derivaron en la mencionada multa de 880,52 millones de euros.
Literal
El Tribunal de Justicia declara que Scania no ha logrado demostrar que el Tribunal General omitiera evaluar si el procedimiento administrativo, reanudado contra Scania tras su desistimiento del procedimiento de transacción que permite a las partes en los asuntos de cártel reconocer su responsabilidad y recibir a cambio una reducción del importe de la multa impuesta, era conforme con el principio de imparcialidad. Confirmando esencialmente la evaluación del Tribunal General, el Tribunal de Justicia hace constar que el mero hecho de que el mismo equipo de la Comisión se encargara a la vez de adoptar la Decisión de transacción y la decisión definitiva referida a Scania no pone en entredicho, por sí mismo y al margen de cualquier otro elemento objetivo, la imparcialidad de esta institución. Pues bien, Scania no ha demostrado que hubiera hecho valer tales elementos objetivos ante el Tribunal General, reza el comunicado del Tribunal europeo de Justicia.
En el momento de redactar esta información, Scania no había realizado ninguna reacción oficial a la sentencia, ni a nivel global ni desde la filial española.

