De hecho, el segmento de los viajeros ya ha llevado a cabo pruebas en operación real con tráfico abierto. Un vehículo de 8 metros (de la marca Karsan) lleva trabajando así en Noruega desde hace casi dos años, pero no hace falta irse tan lejos, porque en España también se han realizado pruebas de este tipo, por ejemplo, en Málaga o Zaragoza.
De lo que tampoco cabe duda es de que, en este sentido, Estados Unidos nos lleva mucha ventaja, especialmente en lo que tiene que ver con la normativa. Porque la tecnología existe desde hace tiempo, pero las cuestiones burocráticas la están retrasando.
El último ejemplo lo hemos conocido de la mano de REE Automotive, una compañía de tecnología de automoción y proveedor de camiones y plataformas eléctricas que ya ha puesto en manos de sus clientes algunas unidades de su P7-C, algo que ha sido posible tras la correspondiente homologación de Nivel 4 para el mercado norteamericano.
Pritchard EV, uno de los principales distribuidores de EE.UU., ha sido el primero en recibir una de las unidades de demostración del P7-C, pero pronto le seguirán empresas como Franz Bakery, Bedmart, Indoor Billboard, PointS Tires y Kelly’s Home Center.
Configurable
«Lograr este hito de certificación es una prueba de la dedicación de todo el equipo de REE y de nuestra determinación para llevar esta tecnología al mercado de forma segura», asegura Richard Colley, vicepresidente de Asuntos Gubernamentales y Regulatorios de REE.
El vehículo cuenta con una MMA de 7,5 toneladas y una autonomía declarada por la marca de 241 km, destacando también por ser un chasis eléctrico que admite gran cantidad de configuraciones y carrocerías para el ámbito urbano.

