Ojalá que no, pero puede llegar a ser una oportunidad irrepetible para conseguir ese objetivo; un objetivo, por cierto, al que estamos llamadas todas las Administraciones públicas, y el sector privado también. Tenemos que eliminar los cuellos de botella que ralentizan el proceso para que ese dinero llegue a la economía real y, en este contexto, además, vamos a seguir impulsando la oficina estatal de la bicicleta.
La reorganización del Ministerio unifica infraestructuras y transporte
Como herramienta para acometer todos estos objetivos, hemos reorientado la estructura orgánica y organizativa del Ministerio, unificando infraestructuras y transporte, tanto en el ámbito terrestre como en el marítimo y aéreo. Como saben ustedes, el Ministerio estaba antes dividido en una Secretaría General de Infraestructuras y otra de Transporte. Puesto que infraestructuras y transportes van de la mano, no tenía sentido mantener esta organización, y lo que hemos hecho ha sido dividir el Ministerio en una Secretaría de Transporte Terrestre, en la que van englobadas infraestructuras y transporte, y una de transporte marítimo y aéreo.
La idea no es mía. Seguramente la ministra Pastor lo haya escuchado, porque era una vieja aspiración que había en el propio Ministerio y fue planteada por los propios técnicos. Lo único que he hecho ha sido recogerla, hacerla mía y ponerla en marcha. Yo creo que, muchas veces, escuchar a las personas que más saben en materia de transporte, que son, afortunadamente, quienes trabajan en ello todos los días, con independencia de quienes pasemos por la casa, es la mejor receta para el éxito.
Por tanto, abordar la planificación desde un punto de vista común, global, nos va a permitir ganar en funcionalidad, porque las infraestructuras deben ir ligadas a los servicios y a las oportunidades que estas ofrecen, nunca deben ser entendidas como un fin en sí mismas, sino para ganar competitividad como país y para favorecer el desarrollo humano y social de los territorios. Por tanto, infraestructura y servicio deben ir juntos.
Agradecimientos varios
Por cierto, llegados a este punto (yo creo que implícitamente ya lo he hecho), quiero agradecer a todo el personal del Ministerio y a sus empresas públicas el trabajo que realiza todos los días; un trabajo, en muchas ocasiones, invisible, pero que posibilita que podamos prestar ese servicio público esencial a toda la ciudadanía. También quiero reconocer el trabajo de las empresas de este Sector en nuestro país. Si nuestro país puede presumir de ser el que tiene el kilómetro de alta velocidad más barato del mundo y, desde luego, el que mejor relación tiene calidad/seguridad con precio es gracias, por supuesto, a nuestro ecosistema público de empresas públicas, Renfe y ADIF; a nuestros funcionarios y trabajadores, pero también a nuestras empresas, a las empresas del sector, punteras no solo en España, sino en el mundo.
Países como Gran Bretaña están descartando en este momento progresar con su red de alta velocidad, puesto que el coste es nueve veces superior al coste de nuestra red, y creo que es algo que debemos decir con orgullo, porque es un éxito de nuestro país.
En el camino que tenemos por delante en el departamento, nuestra hoja de ruta, nuestro instrumento de planificación de cabecera seguirá siendo la Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030, tal y como aprobó el Consejo de Ministros a finales del año 2021. Sus señorías la conocen perfectamente, saben que se basa en la cooperación, en la coordinación y en la integración interadministrativa y, además, es el resultado de un ambicioso proceso de participación pública.

