Así se indica en el informe Perspectivas del Transporte ITF, añadiendo que el acceso a las diversas oportunidades que ofrece un entorno urbano es facilitado por las ciudades habitables. Por lo tanto, «la habitabilidad se ve afectada de manera dramática por las opciones de transporte». Contribuyen a la gama de actividades sociales accesibles a los habitantes de las ciudades, pero también a aspectos negativos como la cantidad de contaminantes en el aire que respiran. «Las políticas de transporte que reducen las emisiones de CO2 y moderan la demanda de desplazamientos también pueden hacer que las ciudades sean más habitables».
Las emisiones no dejará de crecer…
El informe prevé que «las emisiones de contaminantes tóxicos procedentes del tráfico urbano aumenten en todas las regiones del mundo, excepto en las de renta alta, a pesar de la mejora en la sostenibilidad de las flotas». Para lograr una reducción significativa de estas emisiones en las zonas urbanas, se antojan necesarias «políticas ambiciosas tanto en cuanto a la flota como a la demanda. La implementación conjunta de diversas políticas, como la tarificación vial, las regulaciones de eficiencia de combustible, la adquisición ecológica y la electrificación de los vehículos de transporte de carga y pasajeros, podría disminuir las emisiones de CO2 en más del 78% para el año 2050 en comparación con el año 2019″.
Un objetivo importante de las políticas de descarbonización urbana es promover la movilidad activa, aunque podría aumentar el riesgo de conflictos entre peatones, ciclistas y otros usuarios de la vía pública. Para mitigar o revertir este riesgo, se requieren grandes inversiones en infraestructuras para la movilidad activa y nuevas restricciones a la velocidad de los vehículos en las ciudades. Según un estudio, si se mantienen las políticas actuales, el riesgo de colisión se multiplicará por 4,5 en 2050.
Si el Transporte es asequible, entonces será accesible e inclusivo
Haciendo los modos compartidos más disponibles en los espacios urbanos se puede lograr que sean accesibles para más usuarios. Además, si se combinan con sistemas de pago integrados que incluyan el transporte público y los modos compartidos, se podrán poner al alcance de más usuarios.
Un componente esencial de la movilidad urbana accesible y asequible son las redes de transporte público de alta cobertura. Abordar cuestiones de inclusión y equidad implica una mayor inversión en enlaces de transporte público que conecten barrios históricamente desatendidos. «Al priorizar el transporte público sobre los automóviles, las políticas ambiciosas de descarbonización pueden reducir los tiempos de viaje para los usuarios del transporte público, lo que facilita el acceso a oportunidades en toda la ciudad para aquellos que no conducen».
Contribuir a un uso del espacio urbano más centrado en el ser humano es una de las formas en que la política de transportes puede hacer que las ciudades sean más habitables. Los sistemas de transporte eficientes desde el punto de vista espacial permiten la creación de más parques, servicios y oportunidades para actividades recreativas. «Las medidas previstas en la hipótesis de gran ambición reducirían la ocupación de las carreteras entre un 2% y un 10% en 2050 y limitarían la demanda de transporte motorizado privado. Para que estas medidas tan ambiciosas sean aceptadas y tengan éxito, será crucial contar con el apoyo público».

