Son muchos los elementos que forman parte de este sentir generalizado, empezando por los copilotos de IA, también conocidos como acompañantes o asistentes de IA, que son sistemas inteligentes diseñados para trabajar con humanos, proporcionándoles orientación constante, asistencia personalizada y apoyo contextualizado en diversas tareas y procesos de toma de decisiones.
Lo ideal sería considerarlos como compañeros útiles y proactivos capaces de responder preguntas, ofrecer sugerencias e incluso automatizar ciertas tareas para hacer el trabajo más fácil y eficiente.
Algunas de sus características principales
– Conciencia del contexto: Pueden entender el contexto de una situación actual y utilizar esa información para ofrecer una ayuda adecuada.
– Adaptable: Aprenden del comportamiento y preferencias del operario, ajustando constantemente sus respuestas para adaptarse mejor a sus necesidades.
– Proactivos: Se anticipan a algunas necesidades y ofrecen sugerencias incluso antes de que se demanden.
– Polivalentes: Pueden encargarse de una amplia gama de tareas, desde programar citas y redactar correos electrónicos hasta analizar datos y generar contenidos creativos.
– Personalizados: Se adaptan a una forma única de trabajar y pensar, creando una experiencia personalizada a medida.
Por todo ello, los asistentes de IA tienen potencial para revolucionar las operaciones logísticas de varias maneras, aportando mejoras en eficiencia, precisión y toma de decisiones. Pero hay que tener en cuenta que estas tecnologías sólo sugerirán opciones y serán los controladores humanos quienes decidan cómo utilizarlas.
Las reglas del juego pueden cambiar
–Optimización de rutas y transporte: Los copilotos de IA pueden analizar los datos de tráfico en tiempo real, las condiciones meteorológicas y el rendimiento de los vehículos para determinar las rutas más eficientes para las entregas, reduciendo el consumo de combustible y los tiempos de tránsito. Además, tienen en cuenta la disponibilidad de los conductores, la capacidad de los vehículos y los plazos de entrega para crear horarios dinámicos y optimizados.
–Gestión y automatización de almacenes: Pueden ayudar en tareas como la gestión de inventarios, el cumplimiento de pedidos y la recogida y el embalaje, así como optimizar la disposición de los almacenes y automatizar tareas rutinarias.
–Mantenimiento predictivo y resistencia de la cadena de suministro: Mediante el análisis de datos de los sensores de vehículos, equipos e infraestructuras, son capaces de predecir las necesidades de mantenimiento y evitar costosas averías. También pueden analizar las tendencias del mercado y los patrones meteorológicos para anticiparse a las interrupciones.
–Mejora del servicio al cliente y la visibilidad: Seguimiento en tiempo real para los clientes, gestionar sus consultas básicas y ofrecer soluciones automatizadas para problemas comunes, mejorando así la satisfacción y la experiencia logística.

