Recuerdan que la ciudad no registra episodios de alta contaminación desde 2020
Según argumentan en un comunicado conjunto, esta es una política «hostil al Sector del transporte» y «única en toda España, ya que ninguna otra ciudad tiene planteada una actuación restrictiva similar». Creen además que la decisión no puede responder a ninguna exigencia medioambiental, argumentando que «en los últimos años la calidad del aire en la ciudad ha mejorado de forma importante, no habiéndose producido ningún episodio de alta contaminación desde 2020″.
En este sentido, recuerdan que el propio Ministerio de Transición Ecológica planteó en su Guía de Directrices para la Creación de las Zonas de Bajas Emisiones la necesidad de dar un tratamiento específico favorable a sectores profesionales como el del transporte y reparto, posibilitanto que pudieran seguir prestando su actividad esencial. Sin embargo, esta decisión va en la dirección contraria, llevando a lo que estas organizaciones consideran una «cruzada contra el sector madrileño de transporte por carretera».
45
%
de los autobuses destinados al transporte discrecional o turístico no podrán entrar a la ciudad el año que viene.
Según señalan esta medida tendrá un efecto sobre la población, pues supondrá automáticamente un encarecimiento de buena parte de los productos de alimentación y otros bienes que se consumen en la ciudad de Madrid. Además, señalan incoherencias como la que afectará al transporte de mudanzas, cuyos vehículos paradójicamente pasan la mayor parte de su servicio estacionados y tienen por tanto una incidencia en el medioambiente muy baja.
En lo referente al transporte de viajeros, el 45% de los vehículos discrecionales o turísticos no podrán acceder al centro de Madrid, lo cual supondrá un obstáculo para la movilidad de este tipo de visitantes. Esto puede tener como consecuencia una disminución de la actividad turística, especialmente de los tours organizados para la visita de la ciudad, así como una evidente reducción del transporte de escolares y de trabajadores en dicha área, que repercutirá también en el resto de la sociedad madrileña.
Dispuestos a colaborar
Las asociaciones, sin embargo, tienen la mano a la admnistración para tratar de «impulsar entre todos una movilidad sostenible», pero creen que esto debe hacerse «apostando por otro tipo de medidas que no pasen por restringir la actividad económica del Sector, sino que fomenten su desarrollo». Por ello, han realizado un nuevo llamamiento al ayuntamiento para que se siente a consensuar una «política realista de adaptación a las nuevas demandas medioambientales», conjugando las medidas de descarbonización con la prestación continuada de la actividad del Sector.
