Parece ser que haber vendido más de 1,5 millones de títulos combinados en este mes ha sido razón suficiente para que el Mitma lleve al Consejo de Ministros tal propuesta, aceptada en primera instancia, a la espera de que sea ratificada tanto en la Cámara Baja como en la Alta.
Sin embargo, la lectura que hace el Sector de la carretera no solo es negativa, sino que es decepcionante. Desde que se comenzó a barruntar la posibilidad de introducir descuentos (incluso hasta la gratuidad) en los billetes de tren, las Asociaciones de transporte de viajeros por carretera pusieron el grito en el cielo, denunciando una parcialidad en la decisión tan evidente como el desequilibrio que se produce entre modos.
Bonificación diluida
Durante el mes de agosto, el Ministerio bonificó en un 50% alguna de sus líneas regulares, pero la medida no ha tenido tanta repercusión mediática (ni por supuesto, tanto altavoz por parte estatal), hasta el punto de que ha pasado un tanto desapercibida. No fue suficiente ni equitativa, pero denotaba que se había cometido un error inicialmente y se trataba de paliar.
Pues nada más lejos de la realidad, al parecer, porque en esta segunda ola de bonificaciones al ferrocarril, el autobús vuelve a quedar excluido. Al menos, ni siquiera fue mencionado por las ministras correspondientes a la hora del anuncio, el pasado lunes.
Habrá que esperar a conocer el texto de los Presupuestos que finalmente sea aprobado, pero de entrada, el Sector vuelve a ser ninguneado. No era tan difícil poner al mismo nivel dos modos de transporte: no existe ninguna razón de peso para no hacerlo, excepto la arbitrariedad.

