Creo que este es uno de los principales retos a los que nos enfrentamos colectivamente hoy en día. Así que, ¿cómo lo formulamos en términos de que todo el mundo pueda entender que esta es una transición de la que tenemos que ser maestros si queremos que todo el mundo forme parte de ella? Pero al mismo tiempo, demostramos que realmente no dejamos a nadie atrás.
Así que se trata de una transición de duración relativamente larga, no muy larga si se compara históricamente, relativamente larga. Una transición, sin duda alguna, si lo hacemos bien, con un resultado muy positivo para la gran mayoría de la gente. Pero no conseguirás apoyo para eso, porque a largo plazo… decirle a la gente: ‘estaréis bien dentro de 10 años’, si no tienen ni idea de cómo llegan a fin de mes, no va a funcionar.
El arte de la política aquí es combinar de forma óptima el corto plazo con el medio y el largo plazo y para eso necesitamos ciencia. Para eso necesitaremos datos, de una manera diferente a como los hemos utilizado antes, aunque no tengo los conocimientos para comprender hasta qué punto.
Salvar a la humanidad, no al planeta
Lo que me lleva a una segunda observación que quiero hacer. Por primera vez en siglos (y me refiero, digamos, a las sociedades europeas y a las sociedades estrechamente relacionadas con ustedes), por primera vez en siglos, nosotros, como seres humanos, ya no podíamos utilizar al «Dios que nos creó» o al «Dios que creamos» como justificación para situarnos por encima de la naturaleza. Nos hemos acostumbrado a que la naturaleza esté a nuestro servicio, a que la naturaleza se pliegue a nosotros y a que la naturaleza y sus seres sean inferiores a nosotros. Ahora hemos aprendido por las malas que si no cuidamos de la naturaleza, la naturaleza nos rechazará.
Si no cuidamos de la naturaleza, la naturaleza nos rechazará
Y si nos fijamos en nuestra existencia en este planeta, sociedades cultas desde hace un máximo de 20.000 años; eso es sólo una gota en el océano si pensamos en la vida de nuestro planeta. En nuestra narrativa, hablamos muy a menudo de salvar el planeta. Esto no tiene nada que ver con salvar el planeta. Se trata de salvar a la humanidad, y tenemos que reformular esa narrativa. Se trata de decir: ‘chicos, se trata de salvarnos a nosotros mismos’. Porque el planeta es muy listo y si nos portamos mal se deshará de nosotros de la noche a la mañana, si seguimos así.
Así que tenemos que reformularlo de manera que la gente pueda relacionarlo con una posición dentro de nuestro entorno natural. Somos animales como los demás animales, formamos parte de la naturaleza como el resto de la naturaleza. Usted dirá: «sí, claro», pero os prometo que quizá miles de millones de personas no tengan esa visión del planeta. Creemos que el planeta es una herramienta para nosotros. Pero no lo es.
¿Cómo reposicionamos a la humanidad en forma de asignación? ¿Cómo devolvemos este elemento de «modestia»? Formamos parte de un sistema mayor y si no cuidamos de ese sistema, sencillamente no podemos sobrevivir. Creo que ésta es una de nuestras misiones; hoy estoy un poco filosófico.

