Gracias a nuestros esfuerzos conjuntos, el año pasado se produjeron muy buenos intercambios entre la industria y los responsables políticos, tanto a nivel nacional como de la UE. Esto ha ayudado a los Estados miembros a identificar objetivos nacionales de biometano y a desarrollar estrategias y medidas en sus planes nacionales de energía y clima.
Este trabajo con los Estados miembros es realmente fundamental. Sin él, no podremos crear el entorno político adecuado que necesitamos para reducir los riesgos e incentivar la inversión en la producción de biometano.
La Asociación Industrial
Para seguir apoyando este proceso, he enviado una carta a cada uno de los ministros de Energía para informarles del trabajo de la Asociación Industrial del Biometano y compartir con ellos las fichas de los países productores de biometano.
Cada ficha evalúa el nivel actual de producción de biogás y biometano con el potencial de biometano sostenible identificado en los respectivos Estados miembros.
Se han publicado para fomentar y apoyar una mayor cooperación entre los Estados miembros y las partes interesadas de la industria, también a la luz del proceso en curso para actualizar los Planes Nacionales de Energía y Clima.
En cuanto a los Planes, la Comisión ya ha realizado una evaluación inicial de los que se han presentado. Y ya puedo decir que hay un grupo de Estados miembros que son ejemplo de buenas prácticas. Están desarrollando políticas sobre el biometano como fuente renovable con beneficios intersectoriales y elaborando un marco jurídico positivo para la producción y el uso sostenibles del biometano. Pero aún queda trabajo por hacer para generalizar estas prácticas.
Junto a todo esto, hemos avanzado en otros trabajos complementarios del Plan de Acción sobre biometano. En concreto, en la mejora del proceso de concesión de permisos.
También estamos más cerca de llegar a un acuerdo entre los Estados miembros sobre una norma armonizada del gas que elimine las barreras técnicas y garantice el flujo seguro del biometano en la red integrada de la UE.
Innovación como valor añadido
El biometano es una importante herramienta de descarbonización. De eso no hay duda. Pero el enfoque empresarial innovador, circular y participativo del biometano es un verdadero valor añadido.
La producción de biometano reúne varios flujos circulares de creación de valor vinculados a la producción de energía, lo que permite una huella total de emisiones de gases de efecto invernadero nula o incluso negativa de todo el ecosistema.
Estamos empezando a ver una tendencia constante de inversión en este tipo de proyectos de biometano. Al mismo tiempo, hay unos 37 proyectos relacionados con el biometano, finalizados y en curso, centrados en estos enfoques innovadores financiados a través de Horizonte 2020 y el programa Horizonte Europa.
Entre ellos hay buenos ejemplos de modelos empresariales innovadores que están convirtiendo los lodos de las plantas de tratamiento de aguas residuales en biometano y fertilizantes. O proyectos en los que se captura el CO2 biogénico y se utiliza para producir metano sintético o alimentar algas. Pero tenemos que seguir avanzando e ir más rápido.

